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Una de las grandes ventajas del trabajo virtual y de los avances sociales es que las mujeres tienen muchas más posibilidades de trabajo que antes. Por esto, hoy en día es común ver como una madre trabajadora logra salir adelante por sus propios medios y siempre estando al tanto de sus hijos.

Además, el trabajo virtual también permite que una madre trabajadora pueda trabajar desde casa, permitiéndole estar más cerca de sus niños durante el día. También te puedes ahorrar lo que te podría costar un servicio de guardería, porque estarás presente todo el día en casa para cuidarlos.

Sin embargo, por más que muchas cosas han mejorado en este ámbito, no todo es color de rosa. Algunas mujeres tienen que convivir con un sentimiento de culpa al trabajar, en muchas ocasiones por cánones errados que ha establecido la sociedad y que despiertan esas inseguridades.

La sociedad ha evolucionado, por suerte.

Por ejemplo, en antaño, las mujeres eran consideradas como ese individuo que debía ser siempre más cercano a sus hijos y permanecer en casa la mayor parte del día para tareas del hogar. Por suerte, estas consideraciones han cambiado con el paso de los años, pero lamentablemente no dejan de afectar consciente e inconscientemente a muchas madres trabajadoras.

Peor no te preocupes, en este artículo te contaremos lo que tienes que hacer para eliminar por siempre ese sentimiento de culpa que te embarga por ser una madre trabajadora.

De más está decir que en lugar de sentir culpa, lo primero que tienes que sentir es orgullo por ser capaz de llevar el sustento a tu familia y no depender de nadie para lograrlo. Y que aunque sea algo ‘fácil de decir’, no es para nada fácil de hacer.

¿No te convenció esa oración? No te preocupes, aquí te damos unos tips que repasar para dejar de lado esa culpa para siempre.

1. Lista las razones por las que trabajas.

La culpa que siente una madre trabajadora siempre está relacionada con la carga de horas que invierte al trabajo, como si trabajar duro fuese una especie de delito.

Un truco para quitarte de encima culpas de este estilo es hacer una lista con las razones que te hacen trabajar día a día.

A veces cuando nos metemos en una rutina muy marcada, llegamos a olvidar los motivos que nos hacen seguir adelante y los damos por sentado.

El objetivo de esta lista es que, al leerla, sientas las suficientes ganas y obligación de salir adelante con tu trabajo y puedas darle una vuelta de tuerca a esa dinámica negativa en la que estás inmersa.

Por ejemplo, la razón #1 de una madre trabajadora para tener un empleo son sus hijos. Si dejas tu trabajo, podrías comprometer el futuro de tus hijos y por supuesto que no quieres eso, ya ahí consigues una motivación para seguir adelante.

Además, el trabajo también es una forma de superarse personalmente y tampoco tienes que sentir culpa o verguenza por querer alcanzar tus objetivos laborales.

Por otro lado, simplemente hay personas que se sienten a gusto trabajando y aman ejercer su profesión; no hay que tampoco darse tantas explicaciones.

Todas las personas, independientemente del sexo, tienen el derecho de prosperar en su vida laboral y aspirar a ganar el sueldo que creen merecer. Y ser madre no es impedimento para nada de eso, al contrario, conviértelo en combustible para llegar a lo más alto.

2. Aléjate de las personas que te hacen sentir culpable por ser una madre trabajadora.

Una de las cosas que más contribuye a aumentar ese sentimiento de culpa es estar rodeada de un entorno tóxico.

Trata de rodearte de personas que vean la vida de una forma similar a la tuya y que en lugar de restar a tus motivaciones, te sumen más y más ganas de salir adelante.

Esto puede ser algo complicado porque muchas veces estas relaciones ‘tóxicas’ son familiares y son muy difíciles de cortar al 100%. En este caso, lo que tienes que hacer es convencerte cada vez más de que tú tienes la razón en este tema.

Tú tienes el derecho y el deber de trabajar para mantenerte a ti y a tus hijos; y ninguna opinión externa malintencionada debería afectar tus convicciones. Bajar el tiempo de uso que le das a redes sociales como Facebook o Instagram también te puede ayudar a aislarte de todo lo negativo.

No es fácil de un día para otro hacer que los comentarios ajenos no te afecten, pero se trata de ir construyendo una coraza que te haga sobrellevarlos de una forma más calmada. Algunas personas siempre hablarán mal de ti, hagas lo que hagas, la mejor decisión es no darles ninguna importancia.

3. Piensa en lo que otras madres también enfrentan a diario.

No estás sola en esto, no eres la única madre trabajadora que quisiera estar en una mejor situación laboral y general en su vida.

Algo que te puede ayudar a sobreponerte de esa culpa es ver cómo hay muchas otras mujeres que se esfuerzan al igual que tú por conseguir su bienestar y el de sus hijos.

Y si haces una búsqueda, seguramente encontrarás a alguna que quizás lo tenga hasta más complicado que tú.

Esto te servirá también para ver algunos de los privilegios que tienes en tu vida actual y agradecer por el momento que vives hoy en día. En la vida nunca se sabe en qué momento las cosas pueden cambiar, por eso lo mejor es ser agradecido en cada etapa.

Cuando haces cosas buenas y tienes mente positiva siempre es más probable que te vaya mejor. Motívate e inspírate con el esfuerzo que otras madres también hacen diariamente y siéntete orgullosa por tu fortaleza.

4. Escribe tus problemas relacionados al trabajo y no posible forma de resolverlos.

Y para terminar, te recomendamos que analices los problemas principales que te esté generando tu trabajo actual en todos los ámbitos.

Pero no solo te quedes ahí, busca también una posible solución a cada uno de ellos. Una solución que sea factible y que puedas ir aplicando progresivamente.

En algunos casos, no suele ser el trabajo en general lo que ocasione problemas, sino el empleo que tienes actualmente.

Si ese es el caso, puedes comenzar a ver tus posibilidades para cambiar de empleo. Y si ya tienes trabajo en el ámbito virtual sabes que eso solo es cuestión de empeño y constancia.

Y como último consejo lo único que te puedo decir es que no te quedes aferrada a lo negativo que tiene tu actual trabajo y la vida. Todos tenemos la potestad de cambiar nuestra realidad con la convicción suficiente; y si has logrado llegar hasta donde estás como madre trabajadora que eres, también serás capaz de mejorar tu situación.

Solo tienes que convencerte de ello y aplicar esos cuatro sencillos trucos que te he enlistado en el artículo, que te aseguro que esas culpas se irán y podrás vivir una vida plena.


Muchísimas gracias por haber llegado hasta aquí. Si te ha gustado el artículo te recomiendo que visites nuestro blog.

Allí encontrarás más información sobre el trabajo virtual y cómo ganarte la vida desde casa. Un trabajo virtual te puede ayudar a conciliar tu vida laboral y familiar de forma mucho más sencilla.

Anímate a aprender más del ámbito virtual del empleo y deja atrás esos trabajos presenciales con horarios forzosos y sueldos que apenas alcanzan. Da ese cambio que tu vida merece.

¡Nos vemos en el siguiente artículo!

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