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¿Te falta comunicación con tu hijo adolescente? ¿Estás cansado de que tus interacciones sean batallas en lugar de interacciones agradables? Te compartimos 10 claves para mejorar la relación con tus hijos adolescentes.

Muchos padres luchan cuando sus hijos llegan a la adolescencia porque los comportamientos durante este tiempo, pueden ser bastante diferentes a los que tenían cuando ellos eran más pequeños. 

Estos «problemas» comunes de comportamiento en los adolescentes van desde una «distancia» en su relación, hasta confrontaciones demasiado comunes, luchas de poder, discusiones acaloradas, actitudes irrespetuosas, no ser escuchados, etc. 

Por supuesto, hay muchos otros problemas de adolescentes y de hecho más serios: comportamientos antisociales, abuso de drogas, sexo, participar en pandillas, la lista es interminable.

Ser padres de un adolescente no viene con un manual de instrucciones, pero aquí hay algunas ideas a  considerar en tu búsqueda para mejorar la relación con tu adolescente.

Dale tiempo

La adolescencia es una etapa muy crítica y delicada en la vida de tu hijo y es necesario comprender sus necesidades y estado mental. 

Muchos adolescentes están confundidos, quieren ser tratados como adultos, pero al mismo tiempo no están seguros de cómo asumir la responsabilidad de un adulto. Por lo tanto, es crucial darle tiempo a tus hijos adolescentes para redefinir su identidad por sí mismos.

Escúchalos con atención

Cuando tu hijo habla, espera que lo escuches y no sentirse juzgado por lo que tiene que decir. En este punto, muchos padres a menudo sacan conclusiones precipitadas cuando un niño trata de explicar un problema en particular. 

Lo mejor que pueden hacer los padres  es tratarlos como ellos quieren, como adultos, dándoles más respeto y no regañándolos constantemente.

Escuchar especialmente lo que tu hijo quiere decir, puede darte muchas pistas sobre lo que pueden hacer, cómo funciona su mente, cuáles son sus miedos y sus inseguridades en las decisiones que estén tomando, para así orientarlos.

Ten conversaciones cara a cara

Establece una conversación cara a cara con tu hijo, donde el tiempo les pertenezca. Prueba  seleccionando un tema, como: “¿Qué hiciste hoy?», «¿Cómo podemos cambiar la configuración de la sala?», «¿Cómo están sus amigos?», etc. Sé genuino acerca de los temas y muestra interés en lo que están diciendo. 

Puede ser un poco difícil al principio, si no estás acostumbrado a tener estas conversaciones espontáneas, pero una vez que desarrolles una relación, los temas surgirán de la nada. 

En estas discusiones, haz tantas preguntas abiertas como sea posible, pero permite que tu hijo hable la mayor parte del tiempo.

Evita las luchas de poder

No significa que siempre debas ceder o que no debas discutir una situación con tu hijo adolescente. Significa que dejes de discutir las cosas antes de que la conversación se vuelva interminable, argumentando sus puntos de vistas, e imponiendo sus ideas. 

Tienes que encontrar un término medio. Si eres demasiado duro con ellos, se sentirán sofocados y la situación empeorará. Si estás demasiado relajado con ellos, entonces no tendrán pautas a seguir. 

Construye una relación con tu adolescente que se base en la honestidad y la confianza. 

Guíalos en su proceso de asumir responsabilidades. 

Existen incontables beneficios en inculcar a tus hijos  desde pequeños, a hacer quehaceres en el hogar. 

Se ha demostrado que cuando llegan a su etapa de adolescencia, crean un vínculo más fuerte con la familia, saben cómo funciona un hogar, no esperan que alguien haga todo por ellos y valorarán más el esfuerzo de sus padres.

Si tu hijo ya es un adolescente y no lo involucraste a que colaborara en casa, comienza a darle tareas específicas, como por ejemplo, sacar la basura o arreglar su habitación, aún estás a tiempo de compartir con ellos los quehaceres de la casa. 

No puedes hacer todo por tus hijos y hacer su vida perfecta. Anímalos positivamente, mientras aprenden a asumir sus labores, aprovecha el  tiempo para estar ahí a su lado,  esto es un proceso para toda la familia, el mantenimiento del hogar es responsabilidad de todos, las familias son un equipo; recuerda reconóceles su trabajo y agradecerles.

Sé cortés y respetuoso con tus hijos

Evita burlas. No compares a tu hijo adolescente con otros miembros de la familia, y con esto nos  referimos a evitar decirles ¿por qué no puedes ser como tu hermana mayor?. 

No hagas que se avergüence frente a otros miembros de la familia. Es importante no avergonzarlos y hablar sobre sus ocurrencias al público. Sentirían que no los estás respetando y se molestarían mucho contigo.

Al tratarlos de manera cortés y respetuosa, de igual modo, exprésales que esperas de ellos, cortesía y respeto hacia ti.  

Dale espacio

Permítele la libertad y que muestren confianza en sus capacidades. Te sorprenderás, nunca te decepcionarán porque saben que has depositado mucha confianza en ellos. 

La mayoría de los adolescentes solo necesitan un poco de espacio. 

No es raro que los adolescentes sientan que no son comprendidos o apreciados. Si se sienten así, comienzan a desarrollar una falta de confianza en sí mismos y esto normalmente los lleva a convertirse en adolescentes irrespetuosos. 

Dales espacio para tomar decisiones y aprender de ellas.

Sé coherente

Tratar de ser coherente es una de las mejores maneras de generar confianza con tu  adolescente. 

Si dices que “sí, puede ir”, entonces déjalo ir. Si le dices que está castigado, hazlo. Siempre surgirá algo, una gran fiesta o un juego, pero la consistencia reducirá el conflicto. 

Si no tienes intención de cumplir con una sanción (o si tienes toda la intención de hacerlo, pero sabes que normalmente no la cumple), no des la sanción. 

Establece tiempo para estar juntos

La interacción positiva es esencial para una relación satisfactoria.

Trata de establecer un tiempo regular para pasar con tu adolescente. No te preocupes por planes elaborados o por reservar largos períodos de tiempo. Puede que solo sean 15 minutos cada pocos días, o si tienes un trabajo virtual en casa, será mucho más el tiempo invertido en ellos. 

Hagan cualquier cosa juntos: preparen la cena, vean la televisión, conduzcan a algún sitio; la actividad no es importante, solo que lo hagan juntos. 

Lo más importante es que durante este tiempo no puede haber regaños, ni hablar sobre los problemas que te molestan de ellos, ni hablar sobre los amigos que no te agradan. Para construir un encuentro positivo, el tiempo debe ser libre de problemas para ambos.

Como nota final, nunca es demasiado tarde para mejorar la relación con tu adolescente. Si esa relación está en crisis o simplemente no es satisfactoria, cambiarla puede requerir una inversión de tiempo y un cambio en tus propios patrones de pensamiento. 

Trata de recordar cómo era ser un adolescente y piensa en lo que desearías que tus padres hubieran hecho, para tratar de acercarse a ti, y luego hazlo por tu propio hijo.

Exprésale a tus hijos amor y afecto con claridad y frecuencia, y con esto me refiero a abrazarlos y decirles cuánto significan para ti. Elogia los logros específicos, pero recuerda que las expresiones de calidez y amor deben ofrecerse libremente, no solo por un logro en particular.

Los años de la adolescencia tienen luchas únicas. Aguanta el viaje con tu hijo adolescente y no solo no te arrepentirás, sino que recordarás los años de la adolescencia como algunos de los más interesantes en tu relación con tu hijo.

Cuéntanos si aplicas estas claves en tu día a día con tus hijos adolescentes. ¿Cómo es tu relación con ellos? Nos encantará leerte. ¡Hasta pronto!

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